Oriente antioqueño estrena instrumento para manejo de cuencas
El éxodo que generó la guerra en el Oriente de Antioquia, también repercutió en el abandono de los recursos naturales. Hoy, cuando se celebra el fin del conflicto, y los pobladores comenzaron el retorno, hay un riesgo mayor: la devastación y el mal uso de las cuencas.
Para evitar los daños al ecosistema, como consecuencia de la ocupación en reservas y riberas, el Gobierno Nacional creó un instrumento con el cual autoridades ambientales y alcaldías pueden planificar sobre esos territorios: los Planes de Ordenación y Manejo de las Cuencas Hidrográficas (POMCAS).
Y son el Oriente y parte del Magdalena Medio antioqueños las primeras regiones del país en tener vía libre para la implementación de esos instrumentos, cinco, que serán insumos para los planes de ordenamiento territorial.
Estas cuencas son las de los ríos Negro, Nare, Cocorná y Directos al Magdalena, Samaná Sur y Samaná Norte, en municipios como El Carmen de Viboral, Rionegro, Sonsón, Puerto Nare y Puerto Triunfo (ver gráfico).
Inversión en los planes
Según Luis Lizcano, representante del Fondo de Adaptación del Gobierno Nacional, la inversión en los POMCAS, que impactarán cinco cuencas de Antioquia, fue de 8.500 millones de pesos, aportados por el Ministerio de Hacienda.
“Estos planes, según la norma, están por encima del ordenamiento territorial. Este instrumento permitirá que el país proyecte mejor su desarrollo, porque se va a hacer sobre las cuencas de los territorios”, explicó.
En el proceso de formulación participó Cornare, y según su director, Carlos Mario Zuluaga, junto a los municipios, universidades y pobladores de las cuencas, podrán articular proyectos enfocados a la gestión integral de los recursos naturales y la gestión del riesgo.
“Este es el norte en los determinantes ambientales que permite que podamos equilibrar las necesidades que tenemos de conservación de nuestro patrimonio natural y el desarrollo social de comunidades, para que se puedan beneficiar, y llegar a un crecimiento económico verde”, apuntó.
Lo que viene
Lo que buscan los POMCAS es que se identifique en qué zonas rurales se pueden tener cultivos y en cuáles se pude habitar. También las quebradas y ríos que pueden generar riesgos por avalanchas o desbordamientos y el manejo ambiental, así como los recursos y programas que se deben crear para la preservación ambiental.
Lizcano afirmó que los cinco planes formulados para Antioquia y una parte de Caldas, son los primeros después de la ola invernal del año 2011.
Aclaró que ahora viene un proceso de adopción, dentro del cual las comunidades e instituciones deberán revisar si hay que hacer alguna observación o ajuste a esa ordenación del territorio.
“Después viene una etapa en la que quedan plasmados todos los proyectos a corto mediano y largo plazo. De ahí la importancia de comenzar a buscar recursos con municipios, Departamento y Nación para que se puedan ejecutar los planes”, recalcó.
El ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, también destacó la hoja de ruta de manejo para las cinco cuencas, las cuales son de obligatorio cumplimiento de los municipios que tendrán que darles prioridad a esos recursos naturales.
“Hemos incorporado muchas de las lecciones que se dan en el Oriente antioqueño, sobre todo por Banco2 (pago a campesinos por cuidar bosques) y el manejo eficiente de licencias ambientales en la región. Ahora el gran resultado que se muestra al tener los cinco primeros POMCAS, que se hicieron de manera participativa con todos los sectores, es ejemplo nacional”, apuntó.
Con esta herramienta el Gobierno Nacional da un paso en su propósito de concebir el ambiente como fundamental para la investigación, científico y social, en el marco de un desarrollo sostenible ligado a la suscripción del acuerdo de paz y su incidencia en territorios en los que otrora hubo conflicto.
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