Energía solar para escuelas de difícil acceso
La primera estación solar fotovoltaica está instalada en un colegio rural en Altos del Oriente de la vereda Granizal en Bello. Los paneles acabaron con la intermitencia de la energía eléctrica en la institución educativa.
Foto: Daniela Margarita Ramírez Ozuna
A Altos de Oriente se llega subiendo por el nororiente de Medellín. Hay que pasar por Santo Domingo Savio y tomar la antigua carretera a Guarne hasta encontrar una vía destapada que conduce a la parte alta en la vereda Granizal de Bello donde está el colegio, sede de la Universidad Virtual de Colombia. Las lluvias han hecho la carretera menos transitable, por eso el carro en el que vamos debe tener al menos tracción trasera y quien va al volante ser un experimentado conductor.
Ahí, en Altos del Oriente, está instalada una estación solar fotovoltaica del proyecto celdas solares, desarrollado por el grupo de investigación en Manejo Eficiente de la Energía, GIMEL, y el Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de Materiales, CIDEMAT, ambos adscritos a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia. El proyecto, de 7.000 millones de pesos, cuenta con el apoyo del Sistema General de Regalías, la Gobernación de Antioquia, Ruta N, Andercol, Sumicol y Empresas Públicas de Medellín, y llevará energía alternativa a 11 instituciones educativas de Antioquia, 10 de ellas están ubicadas entre Carepa y Caucasia.
La sede de la Universidad Virtual de Colombia tiene dos bloques: en uno está el comedor, salones y baños, y en el otro hay más salones. Son 245 estudiantes de primaria y bachillerato, un computador y más de 15 perros que llegan a buscar comida o a jugar con los más pequeños.
Es un barrio de invasión y de difícil acceso a pesar de que hace parte del municipio de Bello y está muy cerca de Medellín. Muy cerca si se ve en un mapa. Viven personas de distintas partes del país que llegaron desplazadas por el conflicto armado y llegar hasta allá le toma al coordinador del colegio, Fernando Gutiérrez, cerca de dos horas. Es decir, subiendo y bajando al colegio se gasta cuatro horas diarias, media jornada laboral.
“Los paneles son un sistema de conversión de energía solar a electricidad a través de un proceso fotovoltaico. El sistema está acoplado a baterías e inversores para convertir la corriente y aprovechar la carga útil. La idea del proyecto es que podamos tener soluciones solares integrables, flexibles, que podamos llevarlas a muchas instituciones educativas”, explica Elkin Jaramillo Isaza, unos de los investigadores de la Facultad de Ingeniería.
La estación que está en Altos del Oriente tiene cuatro paneles que producen 315 vatios, energía capaz de alimentar 30 bombillas LED. En el colegio son suficientes para la nevera, el congelador y la licuadora de la cocina, el computador, las bombillas de los salones y el baño. Antes había energía eléctrica pero era muy inestable, lo que afectaba las clases y el servicio de alimentación.
“Al principio les parecía una estructura muy extraña pero la fueron asimilando. Tenía mucho temor de que la dañaran pero al contrario la cuidan, saben en qué consiste y hemos hecho actividades educativas en las que usamos la energía de los paneles”, cuenta el coordinador del colegio.
Los paneles instalados se diferencian de las tecnologías comerciales pues cuentan con un sistema de monitoreo remoto desarrollado por los investigadores de la Universidad, que les permite hacer los análisis del funcionamiento de cada estructura a través de internet y una base de datos central sin tener que desplazarse hasta el sitio en el que se encuentran instalados. De esta manera hacen uso también de lo que se conoce como el internet de las cosas.
Además trabajan en el desarrollo de tecnología propia con un panel que contenga materiales a partir de procesos de nanotecnología, pues en el mercado existen celdas con tecnologías de silicio que no son flexibles, ni semi transparentes, no se integran a la ropa ni se pueden imprimir. Ya tienen un modelo a escala con el que están haciendo pruebas.
De acuerdo con el rector de la Universidad, Mauricio Alviar Ramírez, “aquí está en buena parte el desarrollo energético del país. Ante los problemas de los hidrocarburos, de la energía hidroeléctrica, hay que mirar hacia las energías limpias y renovables”.
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