Por su ubicación geográfica, Colombia es un país privilegiado y podría aprovechar mejor la energía solar para producir energía fotovoltaica, limpia y amigable con el medio ambiente, que no genere gases ni efecto invernadero, es decir, que no contamine.
Con el fin de captar esa energía de la radiación solar se han desarrollado paneles solares. Fernando Rodríguez, gerente de ventas de aire acondicionado y energía LG Electronics, explica que, gracias a sus celdas compuestas de silicio y boro, las paneles transforman la energía solar en energía eléctrica.
A esta transformación la denominan energía fotovoltaica y, según Ricardo Sierra, presidente de Celsia, “tiene un principio basado en la unión de una serie de celdas que forman un panel encargado de capturar y convertir los rayos del sol para producir corriente eléctrica que, luego, es llevada a unos equipos llamados inversores, que adecuan la energía para su uso final”.
Ricardo destaca que nuestro país cuenta con sol durante todo el año, que le permite tener muy buenas condiciones de radiación. Para el vocero de LG, los desarrollos tecnológicos seguirán permitiendo que el aprovechamiento de la energía del sol sea cada vez más eficiente. “Los paneles de hace 5 años eran de 250 vatios en 1.64 metros cuadrados, el año pasado se llegó a 315 vatios, y el último panel de LG, ganador del premio del 2016 en la exposición mundial de paneles solares en Alemania, es de 400 vatios en la misma área”. Eso indica que el beneficio que se obtiene del sol es cada vez más fuerte y su rendimiento es cada vez mejor.
La implementación de energías renovables inagotables busca el cuidado del medio ambiente y quiere implementarse en hoteles, fábricas, centros comerciales e instituciones que generan un alto consumo de energía eléctrica durante el día.
“Los paneles solares se pueden instalar sobre cualquier superficie a la que lleguen los rayos del sol, es decir, sobre el piso, cubiertas de parqueaderos o techos de los edificios o residencias; hay unas especificaciones mínimas para su instalación; es ideal que no les dé sombra, para una mayor eficiencia de la radiación del sol”, comenta el presidente de Celsia.
Las ventajas de esta energía alternativa son para todos y las inversiones que se realizan en su implementación tienen un retorno rápido, de cerca de cuatro años si se trata de un proyecto con las garantías que brinda una empresa con excelentes desarrollos e investigación en el tema. Las plantas de generación solar tienen una vida útil de más o menos 25 años, eso quiere decir que durante 21 años se estarían obteniendo beneficios.
El gerente de ventas de aire acondicionado y energía de LG Electronics explica que en cada edificio en el que se contemple instalar un panel solar, hay que realizar un cálculo por medio de un software para determinar la generación eléctrica que se obtendrá en un año y, de ese modo, precisar el tiempo de retorno de la inversión y las utilidades que puedan tener a largo plazo, basados en el consumo previsto y el pago que se hace en la actualidad.
El techo del estadio
Por medio del Inder se logró que el Estadio Atanasio Girardot de Medellín sea el primero en Colombia en implementar un sistema de energía solar. Ambiente Soluciones fue la empresa que, por medio de licitación pública, instaló 40 paneles en el techo de la edificación y 40 en la sede administrativa de la entidad.
La instalación se hizo en el techo de la tribuna occidental del Estadio y por medio de los paneles se suministra parte de la energía que consumen las oficinas ubicadas en el escenario deportivo.
“Hemos conseguido un ahorro aproximado del 20 %, de esa forma el gasto en energía es menor y ayudamos al medio ambiente”, declara el director del Inder,Juan David Valderrama, quien asegura que tienen la voluntad de seguir implementando políticas que promuevan las buenas prácticas ambientales y seguir apostando por consumos limpios y energías renovables.
“El sistema instalado servirá para reducir hasta un 20 % el consumo de energía en cada uno de los puntos, lo que equivale a la luz que necesitan 20 casas en un día. De esta manera, además, se dejan de emitir más de 80 toneladas de CO2 a la atmósfera”, señala en un comunicado el Inder.
Para cargar teléfonos
En la plazoleta del edificio de ingenierías de la Universidad Eafit está instalada la estación solar para cargar teléfonos, tabletas y computadores, además de vehículos eléctricos. El dispositivo que tiene forma de parasol o árbol mueve sus paneles buscando un aprovechamiento óptimo de los rayos del sol durante el día. Su objetivo es convertir la luz solar en energía y de ese modo promover el uso de energías alternativas.
Jhonatan Aguilar, estudiante del pregrado en Ingeniería de Diseño de Producto, comenta a la agencia de comunicaciones de la universidad que “parte de lo que están haciendo es derribar mitos y mostrar a la gente que la energía solar cumple las mismas funciones de la que se usa en cualquier casa, en el contexto local de 110 voltios”.
La universidad también trabajó con EPM en el desarrollo de Primavera, un vehículo con un panel solar de silicio monocristalino. Primavera estuvo en octubre de 2015 en el Bridgstone Solar Challenge que se llevó a cabo en Australia, posicionándose en el top 10 de los más eficientes.
El techo de Socya
En noviembre de 2015, la Fundación Socya instaló en su sede administrativa una plataforma de energía fotovoltaica de última generación.
El proyecto se desarrolló en convenio con Epsa, una empresa privada de servicios públicos de Celsia, parte del Grupo Argos, que genera, distribuye, transmite y comercializa energía eléctrica.
Celsia, por su parte, tiene entre sus planes la diversificación de su portafolio de servicios enfocándose en la generación de energías renovables (solar y eólica).
Mediante un comunicado, Socya informa que el convenio tiene una duración de 25 años, y por medio de él reafirman su compromiso con el planeta y la sostenibilidad, “evitando la emisión de 651 toneladas de CO2, equivalentes a la siembra de 1.446 árboles y generando 1.740.000 Kwh con energía solar”.
La directora ejecutiva de Fundación Socya, Juana Pérez Martínez, señala que estaban buscando disminuir el consumo de energía, que es alto por el tipo de equipos que usan. Indagando por alternativas encontraron a Epsa, que los acompañó, además, en el tema jurídico porque “la ley tiene vacíos aún en cuanto a si uno se declara autogenerador o si solamente consume”.
Según la vocera de Socya, no pudieron instalar la planta donde en un comienzo querían, pero encontraron una buena solución para la sede administrativa que tiene un diseño bioclimático y jardinería vertical, además de que en ella se optimiza el uso de aires acondicionados. Epsa se encargó de la instalación de los paneles que, según Juana Pérez, “tienen un muy buen retorno desde lo económico y lo ambiental”.
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