El petróleo, el gas natural y el carbón son los combustibles fósiles más utilizados.
Estos combustibles, existentes en nuestro planeta, se formaron por la acción de microrganismos que almacenaron la energía del sol, por medio de la fotosíntesis y durante millones de años, en el interior de la tierra, bajo capas de sedimentos y en forma de energía química. Los combustibles fósiles son una fuente de energía no renovable y finita.
En la actualidad, el ochenta por ciento de la energía que se consume en el mundo proviene de estas fuentes no renovables. La demanda mundial de electricidad va en aumento, mientras que los combustibles fósiles se van consumiendo. El continuo uso de estas fuentes llevará de forma inevitable a su agotamiento y significa, por lo tanto, una amenaza para la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad.
A esto debemos sumarle que la utilización de estas fuentes no renovables trae problemas ambientales. La quema de combustibles fósiles para obtener electricidad provoca impactos ambientales negativos y produce dióxido de carbono, que contribuye al aumento de la temperatura de la tierra y al calentamiento global.
Frente a esto, el uso de fuentes de energías renovables aparece como una alternativa de solución. Estas fuentes son aquellas que se producen de forma continua y natural en el ambiente, y se consideran inagotables, por la gran cantidad de energía que contienen o por su poder de regenerarse. Además, se llaman limpias porque el impacto ambiental que produce
su utilización es menos perjudicial.
En la fotosíntesis, las plantas captan y utilizan la luz del sol para transformar la materia inorgánica, por ejemplo, el dióxido de carbono y el agua, de su medio en materia orgánica. En ese proceso, la energía solar se convierte en energía química.
Las centrales de biomasa queman las materias orgánicas para generar electricidad.
Las pequeñas centrales hidráulicas son las únicas consideradas como productoras de energías renovables, debido al impacto ambiental que ocasionan las de gran tamaño. En Argentina, los proyectos hidráulicos renovables sólo pueden generar hasta 50 MW.
La Organización de las Naciones Unidas promueve el desarrollo sostenible, y lo define como la satisfacción de las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. El desarrollo sostenible trata de lograr de manera equilibrada el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente. El reemplazo de combustibles fósiles por fuentes de energías renovables será un paso necesario para la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
Estos combustibles, existentes en nuestro planeta, se formaron por la acción de microrganismos que almacenaron la energía del sol, por medio de la fotosíntesis y durante millones de años, en el interior de la tierra, bajo capas de sedimentos y en forma de energía química. Los combustibles fósiles son una fuente de energía no renovable y finita.
En la actualidad, el ochenta por ciento de la energía que se consume en el mundo proviene de estas fuentes no renovables. La demanda mundial de electricidad va en aumento, mientras que los combustibles fósiles se van consumiendo. El continuo uso de estas fuentes llevará de forma inevitable a su agotamiento y significa, por lo tanto, una amenaza para la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad.
A esto debemos sumarle que la utilización de estas fuentes no renovables trae problemas ambientales. La quema de combustibles fósiles para obtener electricidad provoca impactos ambientales negativos y produce dióxido de carbono, que contribuye al aumento de la temperatura de la tierra y al calentamiento global.
Frente a esto, el uso de fuentes de energías renovables aparece como una alternativa de solución. Estas fuentes son aquellas que se producen de forma continua y natural en el ambiente, y se consideran inagotables, por la gran cantidad de energía que contienen o por su poder de regenerarse. Además, se llaman limpias porque el impacto ambiental que produce
su utilización es menos perjudicial.
Una alternativa de solución
Las fuentes renovables más conocidas y utilizadas son la energía solar, la eólica, la de biomasa, la geotérmica y la hidráulica.
Solar
Es la transformación de la energía producida por la radiación solar en energía eléctrica o térmica. Para la captación y la transformación se necesitan diferentes dispositivos como helióstatos, colectores térmicos o células fotovoltaicas. La forma de obtención de energía solar más utilizada en la actualidad es a través de paneles solares, construidos con células fotovoltaicas.
Eólica
La energía cinética que posee el aire, en movimiento y a cierta velocidad, puede aprovecharse para la producción de energía eólica. Para esto, se utilizan grandes artefactos llamados "aerogeneradores", que transforman a través de sus hélices, la energía cinética del viento en energía mecánica, y la convierten en electricidad por medio de un generador.
De Biomasa
Se define como Biomasa a materias de origen biológico tales como los cultivos energéticos, desechos y subproductos agrícolas, forestales, estiércol o biomasa microbiana.En la fotosíntesis, las plantas captan y utilizan la luz del sol para transformar la materia inorgánica, por ejemplo, el dióxido de carbono y el agua, de su medio en materia orgánica. En ese proceso, la energía solar se convierte en energía química.
Las centrales de biomasa queman las materias orgánicas para generar electricidad.
Geotérmica
Es una fuente de energía renovable que aprovecha el calor existente en el interior de nuestro planeta, que se transmite a través de la roca y de fluidos calientes. Esta energía se extrae por métodos de perforación y de bombeo en centrales de generación geotérmicas.
Hidráulica
La energía hidraúlica se obtiene del aprovechamiento de las energías cinética y potencial de la corriente del agua. Las centrales hidroeléctricas utilizan la energía de los ríos para poner en funcionamiento unas turbinas que mueven un generador eléctrico, que transforma, a su vez, la energía en electricidad.Las pequeñas centrales hidráulicas son las únicas consideradas como productoras de energías renovables, debido al impacto ambiental que ocasionan las de gran tamaño. En Argentina, los proyectos hidráulicos renovables sólo pueden generar hasta 50 MW.
La Organización de las Naciones Unidas promueve el desarrollo sostenible, y lo define como la satisfacción de las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. El desarrollo sostenible trata de lograr de manera equilibrada el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente. El reemplazo de combustibles fósiles por fuentes de energías renovables será un paso necesario para la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
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