Este ahorro se traslada ahora también a tu piscina, que por una inversión moderada puedes convertir en una auténtica piscina de cine instalando focos LED que hagan su uso más seguro y glamoroso por la noche.
Antes, los halógenos hacían este papel, pero el futuro se disfrazó de Michael Phelps para llevar nuestras piscinas al siguiente nivel gracias al LED, que tiene no pocas ventajas sobre las demás opciones:
– Su tecnología mejora de forma constante.
– Ofrece una mayor eficiencia energética, menores consumos y mantenimiento, fiabilidad elevada y vida útil mucho mayor de sus lámparas.
– Los precios son mucho más competitivos (y cada día más).
– Existen cada vez más variedades de luz LED: fría, semicálida, cálida, RGB o de colores.
De hecho, estos días en los que el World Pride 2017 abarrota las calles de Madrid, podemos ver un bonito ejemplo de lo que se puede conseguir hoy en materia lumínica y cromática gracias al LED, en la figura de la diosa Cibeles que reina frente al Ayuntamiento de la capital.
Los LED RGB (red, green, blue) te permiten ahora cambiar de color y crear secuencias espectaculares que modificarán el ambiente de tu piscina en cualquier momento en que lo desees.
La calidad de los materiales, decisiva para tu ahorro
Por supuesto, no todos los focos son iguales, ni dan el mismo rendimiento, ni ofrecen la misma durabilidad.
Debes optar por marcas de calidad reconocida y con garantías para evitarte problemas y no tener que lamentar sustituciones tempranas del equipamiento por fallos.
También es importante que te fijes en la temperatura del foco, algo que determina su eficiencia y vida útil sobremanera. Cuanto más elevada sea, más probabilidades habrá de que surjan problemas.
Los focos de calidad incluyen disipadores de calor que ayudarán a hacer su trabajo con menos estrés térmico y duren mucho más.
Otra cosa a tener en cuenta es la eficacia luminosa de tu equipamiento, determinada por el número de lúmenes por cada vatio utilizado (cuanto mayor sea esta proporción, más eficiente y ahorrador será el dispositivo).
Cómo es la instalación de LED en tu piscina
Los LED requieren de la instalación de un modulador para controlar la secuencia de colores, intensidad, y sincronía de cada punto de luz instalado.
Si no instalas un modulador, cada LED se quedará fijo en un determinado color aleatorio, aunque también puedes emplear un pulsador cerrado, con un control más limitado de los colores que no exprime al máximo tu instalación, como sí haría un modulador.
Diferentes instalaciones de luces LED
Existen diferentes tipos:
- LED empotrados: para piscinas con preinstalación.
- LED de superficie: fijados a la pared y conectados al transformador y a una toma de corriente a través de un cable a la vista.
- LED rapid: para piscinas sin preinstalación para luces, conectados a las boquillas de impulsión de la piscina (dejando oculto el cable).
Las luces de exterior complementan la iluminación de la piscina centrándose en los alrededores de la misma, como el suelo y otras zonas del jardín.
Por su parte, las
luces flotantes, que no van conectadas a la corriente y funcionan con baterías, se dejan flotar libremente sobre la superficie para decorar con mucha elegancia, como puedes ver en la imagen.
Comodidad ante todo
Si puedes invertir en un equipo que cuente con modulador incorporado y mando a distancia, disfrutarás del lujo de cambiar la configuración visual de tu entorno acuático desde la palma de tu mano.
Incluso puedes optar por instalaciones de gama alta con regulación digital informatizada, que te permitan programar encendidos y apagados, y hasta sincronizar las luces con música, algo espectacular para relajarte o disfrutar de una fiesta por todo lo alto.
¿Qué te parecen estas soluciones lumínicas para tu rincón favorito de tu vivienda durante cada verano?
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