¿Luz Amarilla o Blanca? ¿Cual es la diferencia?
¿Qué es luz cálida y qué es luz fría, y dónde conviene usar cada una?
La iluminación LED es uno de los mayores logros en ahorro energético, pero aún le queda un segundo logro quizás más difícil: su utilización masiva. Si quieres decidirte te damos algunos aspectos que debes tener en cuenta, como la luz y el ángulo de la luz.
La iluminación LED consigue ahorrar un 50 % de energía ( o más si se utiliza un promedio de 12 horas al día en espacios interiores) , por lo que, aunque su inversión sea mayor que cualquier otro tipo de bombillo, esta se amortiza en poco tiempo, convirtiéndose en una de las mejores formas de ahorrar. Esto sumado al ahorro en mantenimiento y reposición, es lo que asegura que los ahorros son superiores al 50%.
Sobre todo, en aquellos casos donde se utiliza masivamente la iluminación: alumbrado público, oficinas, tiendas, edificios públicos etc… Si se usara en todas partes se ahorraría más del 15% de la energía eléctrica que se produce en el mundo.
Es por ello que es fundamental saber también cómo elegir la correcta iluminación LED según el uso o necesidad. Para ello tenemos que tener en cuenta diferentes aspectos como el ángulo de apertura y la temperatura de la luz.
El ángulo de apertura de la luz
Tenga en cuenta el ángulo de apertura que ofrece la iluminación LED. Esta se encuentra en las especificaciones y usos recomendados por el fabricante. Lo bueno es que la tecnología usada en los LED ha mejorado tanto que ya podemos encontrar bombillas capaces de iluminar toda una habitación.
Si compramos bombillas LEDs cuyo ángulo de apertura sea de 40º obtendremos una luz más focalizada que sería ideal para iluminar puntos concretos como un cuadro. Por tanto, para una habitación tenemos que adquirir una bombilla con 120º de apertura que es la adecuada para habitaciones.
¿Qué hay del color?
Hay tres tipos de luz: blanco cálido, blanco frío y blanco puro.
Esto vendrá determinado por los grados Kelvin de la bombilla LED. Cada uno tiene una aplicación práctica: el blanco frío (5800K), para sitios que requieran luz potente, como trasteros, garajes, almacenes…; mientras que el blanco cálido (3.000K) ofrece un ambiente agradable en habitaciones, salones y lugares que requieran luz ambiental. El blanco puro (4.500K), para baños, cocinas, sitios de trabajo e iluminación pública.
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