FÚTBOL SOCIAL Y ENERGÍA SOLAR: LA PASIÓN POR COLOMBIA SE VIVE EN CADA RINCÓN DEL PAÍS, INCLUSO DONDE NO SE CUENTA CON ENERGÍA ELÉCTRICA.
En la televisión ven los movimientos de James y los enganches de Cuadrado; el caserío tiembla cuando los jugadores salen a calentar. Los niños son los más felices.
“El televisor quedó instalado en el único quiosco del caserío. Es un rincón muy humilde que está hecho con cuatro palos de madera y un par de oxidadas tejas de zinc”, señaló Diego Areisa, teniente de la Armada.
Para ellos, sentir las emociones de un partido de Colombia era un sacrificio; sus habitantes tenían que viajar en burro o caminar por horas, entre trochas, hasta el Carmen de Bolívar.
Durante las transmisiones, los habitantes se unen en el quiosco, cantan el himno como si estuvieran en el estadio y se les inflan las camisetas amarillas con el pitazo inicial.
“Para nosotros como padres es un aliciente que los niños y los jóvenes, por lo menos, tengan acceso a un televisor. Ahora somos una comunidad más unida; ya tenemos una disculpa para ir hasta el quiosco y estar en familia”, señaló Róbinson Guzmán, habitante del caserío.
El tiempo trascurre, la emoción es más intensa, algunos se comen las uñas, hasta que de un momento a otro los narradores de la televisión agudizan su voz y todos saltan, “gol, gol de Colombia”.
Esta donación ‘mundial’, para un pueblo detenido en el tiempo y castigado por la pobreza y el olvido, llegó el pasado 21 de junio y es el resultado del Rally Social Montemariano, actividad realizada en esta región a comienzos de junio por más de 90 vehículos de alta montaña que llegaron a esta zona azotada por la violencia de los grupos armados ilegales durante más de tres décadas: primero fueron los frentes 35 y 37 de las Farc y luego paramilitares al mando de Salvatore Mancuso.
Ahora, la actividad de moda de los niños del caserío es narrar a todo pulmón los goles del onceno colombiano, que han aprendido gracias a las transmisiones televisivas.
Fuente: http://www.eltiempo.com/
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