Los apliques de pared (tanto de iluminación inferior como de iluminación superior/inferior) son una manera económica de iluminar un espacio cuando no es posible utilizar lámparas empotrables.
Tradicionalmente estaban basados en candelabros con la bombilla expuesta, el efecto de la cual podía suavizarse con la adición de una pantalla. Sin embargo, los diseños actuales de apliques nos ofrecen multitud de variaciones imaginativas.
Este tipo de lámparas pueden utilizarse para enmarcar una entrada, como lámparas de lectura de noche cuando el espacio es reducido y no es posible colocar una lámpara de sobremesa, o en una estantería de libros para proporcionar una luz de relleno suave a las estanterías próximas, sin iluminarlas directamente. También son un recurso excelente para crear zonas de luz en una iluminación por capas, y pueden sustituir una lámpara de pie si se colocan al nivel de la vista -1,65 a 1,75 m del suelo, aunque dependerá de la altura del techo-. A continuación de damos algunos consejos a la hora de utilizar apliques de pared:
- Deja espacio suficiente espacio encima de un aplique de proyección superior (30 a 50 cm) para que la luz pueda difuminarse y reflejarse en la habitación.
- No utilices apliques de proyección superior en espacios con techos bajos (menos de 2,2 m).
- Existen apliques de yeso pensados para ser pintados acorde con el tono de la pared y que son la mejor solución si buscas algo discreto. Elige un aplique metálico o con un diseño más atrevido si quieres crear un foco de atención.
- Cuidado con utilizar apliques de proyección superior en escaleras. Aunque pueden quedar muy bien cuando subas las escaleras, es muy probable que creen destellos molestos cuando las bajes!
- Un aplique de pared para luz de trabajo normalmente dispone de un reflector metálico que proyecta la luz hacia abajo, y que permite que pueda utilizarse como luz de escritorio o de lectura de noche. También pueden colocarse en la cocina de la pared, para iluminar la encimera.
- Un aplique de pared de proyección superior pensado para reflejar la luz en el techo debe situarse a 2 m del suelo aproximadamente, para que quede por encima del nivel de visión y no sea molesto.
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