La tecnología LED se ha desarrollado bastante en los últimos años, ya que tiene varias ventajas significativas como el ahorro de energía, su facilidad para reciclarse, entre otras. Si se desea aprovechar al máximo este tipo de iluminación, hay varios factores que se deben tomar en cuenta. ¡Conócelos aquí!
Proyección de la luz
La forma y materiales de los focos LED hacen que iluminen en ángulos diferentes. La gran mayoría se utiliza para lámparas puntuales y alumbran en un rango menor a los 100o. Sin embargo, también hay luces que llegan hasta los 360o, por lo que se debe buscar el foco adecuado que cumpla las especificaciones necesarias.
Eficacia
El periodo funcional de un foco LED es de 50 000 horas aproximadamente, y su eficiencia también depende de cuántos lúmenes por Watt rinde, es decir, la cantidad de luz que produce a través de la potencia de cada Watt. Dependiendo del uso que se le vaya a dar, hay que revisar estos dos elementos y escoger la lámpara que proporcione la iluminación precisa.
Temperatura de color
Dependiendo del espacio y las actividades que se realicen se debe escoger el tono de la luz. La temperatura de color está en un rango de 2 800 K a 3 500 K para luz cálida, de 3 800 K a 4 500 K para neutra y de 5 000 K en adelante para tonalidades frías. Además, hay que revisar el índice de reproducción cromática antes de elegir un foco. La escala se mide del 1 al 100, y si parte de 80 reproducirá los colores de los objetos de una manera fiel. Si se van a colocar varias lámparas en un mismo espacio, hay que revisar que todas tengan las mismas especificaciones de tono e índice cromático para evitar contrastes desagradables y poco funcionales.
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