La Movilidad sostenible representa el equilibrio entre energía – ambiente – economía, un término nacido de la preocupación por los problemas ambientales y generado por el modelo actual de transporte urbano, que busca la reducción del impacto en los países en términos de emisiones a la atmósfera, ruido y afectaciones al paisaje por humo.
En la actualidad hay una preocupación ciudadana a nivel mundial por la calidad del aire, lo que ha provocado una voluntad colectiva por encontrar alternativas de movilidad urbana que ayuden a crear un nuevo modelo de circulación vial. Gracias a este despertar ciudadano y conciencia social de esta generación con las generaciones futuras, se busca alcanzar un nivel eficiente de consumo de energía sostenible para movilizar personas y bienes, contribuyendo a la productividad económica de un país o una región.
En el tema de movilidad urbana y específicamente en el de carros particulares, algunos países como Noruega, Alemania, India, China, Estados Unidos y Francia, se han propuesto metas ambiciosas como alcanzar que los vehículos eléctricos o híbridos sean el 100% de la flota vehicular particular.
Volvo, por ejemplo, informó este mes que a partir de 2019 sólo fabricará tres tipos de autos: eléctricos puros, híbridos eléctricos enchufables, y los denominados híbridos “ligeros” que combinan un motor a nafta chico con una batería grande.
¿Qué se requiere para que la movilidad sostenible sea una realidad en nuestra región?
La movilidad eléctrica, gana cada día más seguidores y cambiará fundamentalmente nuestra sociedad y la forma de trasportarnos, pero para lograr que sea una realidad debe ser económicamente accesible a todos los usuarios de los sistemas de trasporte, sea colectivo o individual en el mundo. Para esto se debe trabajar en conjunto “los gobiernos y las empresas privadas” para lograr una base y convertir la movilidad urbana en un motor sostenible para la economía.
La matriz energética, pilar de la movilidad sostenible
Adicionalmente a la accesibilidad, la matriz energética es fundamental para que la movilidad eléctrica sea realmente sostenible. Nada ganará nuestra región con una flota vehicular 100% eléctrica, si la energía con la que recargamos dichos vehículos proviene de una matriz cargada de combustibles fósiles.
En la medida que nuestra matriz sea más renovable el objetivo de movilidad sostenible será alcanzado.
Uno de los factores decisorios para que las casas matrices de los grandes productores de vehículos eléctricos envíen sus vehículos a determinado país o región, es la medición de qué tan renovable es su matriz energética.
La regulación, catalizador de la movilidad sostenible
Tenemos importantes retos a nivel regulatorio para armonizar las leyes con la necesidad de la movilidad sostenible. En nuestras ciudades es necesaria una coincidencia de los siguientes eventos para lograr los objetivos propuestos:
- La consciencia ciudadana y la efectividad del trasporte colectivo, para priorizar los modelos sostenibles de transporte (el transporte colectivo público eléctrico) de forma eficiente, por encima del vehículo particular y poder reducir el parque vehicular en horas pico.
- La voluntad Estatal de propiciar las condiciones económicas necesarias para lograr la electrificación progresiva de los sistemas de transporte colectivo e individual de pasajeros y su infraestructura (Puntos de Recarga).
- Incentivos para crear las condiciones económicas necesarias para lograr la electrificación del parque automotor privado buscando no duplicar, sino reemplazar los vehículos convencionales. (Compra de medios de trasporte eléctricos)
En el tema de movilidad urbana y específicamente en el de carros particulares, algunos países como Noruega, Alemania, India, China, Estados Unidos y Francia, se han propuesto metas ambiciosas como alcanzar que los vehículos eléctricos o híbridos sean el 100% de la flota vehicular particular.
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