FÚTBOL SOCIAL Y ENERGÍA SOLAR: LA PASIÓN POR COLOMBIA SE VIVE EN CADA RINCÓN DEL PAÍS, INCLUSO DONDE NO SE CUENTA CON ENERGÍA ELÉCTRICA. En la televisión ven los movimientos de James y los enganches de Cuadrado; el caserío tiembla cuando los jugadores salen a calentar. Los niños son los más felices. “El televisor quedó instalado en el único quiosco del caserío. Es un rincón muy humilde que está hecho con cuatro palos de madera y un par de oxidadas tejas de zinc”, señaló Diego Areisa, teniente de la Armada. Para ellos, sentir las emociones de un partido de Colombia era un sacrificio; sus habitantes tenían que viajar en burro o caminar por horas, entre trochas, hasta el Carmen de Bolívar. Durante las transmisiones, los habitantes se unen en el quiosco, cantan el himno como si estuvieran en el estadio y se les inflan las camisetas amarillas con el pitazo inicial. “Para nosotros como padres es un aliciente que los niños y los jóvenes, por lo menos, tengan acceso a un tele
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